mayo 03, 2011

Historia Corta #4: El dia libre de Arriane



Este texto no viola ningún derecho de copyright. Ya que se encuentra totalmente gratis y disponible en su idioma original (Ingles)


Fuente: Pagina de Fallen en australia

Traducido por: Staff Saga Oscuros


Esta historia corta ayuda a la comprensión de Oscuros de Lauren Kate, por lo tanto recomendamos que no lean esto si aun no han leído el primer libro.


El dia libre de Arriane





Carga pesada! Apártense!

Arriane conducía un gran carrito de compras de color rojo por el pasillo de artículos para el hogar en la tienda de ahorro “El ejército de salvación” en Savannah. Sus delgados brazos conducían el carrito mientras impulsaba todo su peso hacia adelante para acelerar la velocidad. Ella ya había echado al carrito dos pantallas de lámparas, un sofá a mitad de precio, dos almohadas viejas, nueve linternas de Halloween llenas de dulces caducados, una media docena de vestidos estampados a muy bajo precio, un par de cajas de zapatos repletas de pegatinas de parachoques y un par de patines con ruedas de neón. Así que en ese momento se le hacía muy difícil a Arriane, que media un poco más de 1.60, ver donde estaba parada.


“Hazte a un lado, idiota, a menos de que ya no necesites los dedos del pie. Así es! Le estoy hablando a usted y a su hijo”

“Arriane” dijo Roland calmadamente. Él estaba al otro lado del pasillo, intentando pasar por un estante lleno de cajas de leche y vinilos en polvo. Su chaqueta estaba desabotonada mostrando una camiseta “Pink Floyd” debajo. Sus trenzas oscuras colgaban cerca de sus oscuros ojos. “ Tu sí que sabes cómo mantener un perfil bajo ah?”


“Hey!” Arriane sonaba herida mientras trataba de maniobrar su carrito de compras en una curva cerrada e ir a toda velocidad hasta Roland. Ella se detuvo enfrente de él y le clavo una uña pintada de azul eléctrico en su pecho. “Me tomo mi trabajo muy enserio, amigo. Nos quedan aún muchas cosas que comprar en solo dos días”


Las palabras de Arriane parecieron recordarle algo que la llenaba de felicidad, y así era. Sus ojos azul pastel centellearon y una gran sonrisa se extendió por su rostro. Ella agarro el brazo de Roland y lo sacudió, haciendo que su largo cabello negro se deshiciera de su moño hecho un desastre, descendió hasta la cintura mientras ella gritaba “Dos días! Dos días! Nuestra Luce vendrá de nuevo en dos malditos días!”

Roland se rio entre dientes “Te ves bien cuando te emocionas.”

“Entonces debo de ser el alcalde de Adorablelandia en estos momentos!” Arriane se inclinó sobre un viejo estéreo y suspiro felizmente. “Me emociono mucho en sus llegadas. Bueno, no de la misma manera como se emociona Daniel, obviamente. Pero siento cierta alegría ante la perspectiva de volver a verla.” Ella apoyo su cabeza sobre el hombro de Roland. “¿Crees que habrá cambiado?”

Roland estaba de espaldas revisando la colección de música. Cada tres o cuatro discos metía uno en el carrito de Arriane. “Ella tiene una nueva vida, Arri. Claro que habrá cambiado un poco.”

Arriane arrojo el álbum “Sly and the famly Stone” que había estado examinando. “Pero seguirá siendo nuestra Lucinda”

“Eso sonó demasiado paternal” Dijo Roland, mirando a Arriane con al mirada estas-loca que Arriane recibía de casi todas las personas, incluyendo a todos los que estaban en la tienda, pero no de Roland. “Al menos, ha sido así durante los últimos miles de años. ¿Por qué estás preguntando si seguirá siendo la misma?

“No se”. Arriane se encogio de hombros. “Me pase por la oficina de La Srta. Sophia en Espada & Cruz. Estaba llevando esas cajas llenas de archivos, murmuraba algo sobre preparaciones. Que todo tenía que salir perfecto o algo así. No quiero que Luce aparezca y sentirme decepcionada. Tal vez ella será diferente, muy diferente esta vez. Ya sabes cómo se me dan los cambios.”

Ella miro su carrito de compras. Las almohadas que había elegido en caso de que Luce, como la Luce pasada, podría animarse con una buena pelea de almohadas. De repente le parecieron feas y ridículas a Arriane. ¿Y los patines? ¿Cuándo es que alguna vez utilizaran patines en un reformatorio? ¿En que estaba pensando? Se había dejado llevar por la emoción. Una vez mas.

Roland pellizco la nariz de Arriane. “Sé que sonara trivial, pero… Yo solo digo que seas tú misma. Luce te amara. Siempre lo hace. Y si todo lo demás falla,” dijo, revisando los artículos que habían en el carrito de compras “Siempre está tu arma secreta.” Sostuvo la pequeña bolsa de plástico de pajitas con sombrillas para beber. “Deberías utilizar uno de estos.”

“Tienes razón. Como siempre.” Arriane sonrió, acariciando la cabeza de Roland. “Esto es lo que yo llamo La hora feliz.” Ella deslizo sus brazos alrededor de la cintura de Roland. Ambos impulsaban el carrito de compras hasta llegar al otro lado del pasillo.

Mientras caminaban, Roland revisaba la lista de compras que había hecho en su BlackBerry “Tenemos la música para la fiesta. Tenemos las decoraciones para tu habitación, y la cinta adhesiva”

“¿Sabías que la cinta adhesiva es uno de los grandes misterios del universo?”

“¿Algo más que necesitemos antes de irnos a la tienda gourmet?”

Arriane sorbió su nariz. “¿La tienda gourmet? Pero… A Luce le gusta la comida chatarra.”

“No cierres el Messenger,” Dijo Roland. “Cam me pidió que eligiera para él un poco de caviar, una libra de higos y otro par de cosas.”

“¿Caviar? Primero que todo,es asqueroso. Y Segundo, ¿Para que querria Cam un caviar? Espera un minuto…

Se detuvo de repente en medio del pasillo causando un paro repentino en otra compradora con su carrito lleno de decoraciones para navidad. Arriane dejo que la mujer pasara, luego subió su voz. “Cam no va a tratar de seducir a Luce de nuevo,¿ o si?

Roland le dio la espalda empujando el carrito de compras. Él era excelente en mantener en secreto las cosas que Arriane mas necesitaba saber, y eso siempre la había hecho enojar.

“Roland.” Ella encajo la punta de su bota negra en la rueda del carito para detenerlo. “¿Necesito recordarte el desastre que hubo en 1684? Sin mencionar los problemas que Cam causo en 1515. Y sé que recuerdas lo que paso con el intento de estar con ella en el año mil docient… ---“

“Y tú también sabes que he intentado mantenerme lejos del drama.”

“Si.” Arriane murmuro. “Y sin embargo siempre estás en medio de todo.” Él puso los ojos en blanco y trato de alejarse de Arriane. Ella agarro el carrito. “Lo siento, pero cortésmente, Cam es mi pesadilla. Lo prefiero a el gruñendo y echando espuma por la boca como el malvado perro que es.” Arriane imito el sonido de un perro rabioso, pero al no obtener ni una sonrisa de Roland cruzo los brazos sobre su pecho. “Y hablando de lo horrible que es el lado malo, ¿Cuándo dejaras esa fachada y volverás a nosotros, Ro?”

Roland no se detuvo. “Cuando pueda creer que ese es el lado en el que debo estar”

“Muy bien, Señor Anarquía. Y eso es cuando… ¿Nunca?”

“No,” él dijo, “Es como, esperar y ver. Solo tenemos que esperar y ver qué pasa.”

Pasaban por el pasillo de jardinería, que incluía una manguera verde enredada, un montón de astillas, macetas de terracota, y un soplador de hojas último modelo. Pero fue el gran jarrón de peonias blancas que hizo que Arriane y Roland se detuvieran.

Arriane suspiro. No le gustaba ponerse demasiado sentimental, habían ángeles como Gabbe que si lo hacían, pero esa era una de esas cosas sobre Daniel y Luce que siempre la hacía conmoverse.

Al menos una vez en cada vida, Daniel le daba a Luce un gran ramo de flores. Siempre eran, sin excepción, peonias blancas. Debia de haber una historia detrás. ¿Porque peonias en vez de Tulipanes o Gladiolos? ¿Porque blancas en vez de rojas o rosadas? Pero sin in importar las especulaciones de otros ángeles, Arriane se había dado cuenta de que el secreto detrás de esa tradición no lo lograría entender nunca. Ella no conocía el amor, solo el que había visto entre Daniel y Luce, pero ella disfrutaba verlos. Y la forma en la que Luce siempre parecía más enamorada y marcada por sus gestos que Daniel.

Arriane y Roland se miraron entre sí. Como si estuvieran pensando en lo mismo, ¿o no?

¿Por qué estaba el rostro de Roland preocupado?

“No le compres esas flores a él, Arri.”

“Nunca le compraría esas,” Dijo Arriane. “Son falsas. Arruinarian totalmente el propósito de las flores. Tenemos que conseguir unas verdaderas, en un jarrón de cristal con una cinta, y solo cuando sea el momento adecuado. No sabemos si será pronto o no. Podrían ser semanas, meses, antes de llegar hasta ese punto” Ella se quedó inmóvil mirando a Roland con escepticismo. “Pero ya sabias todo esto. Así que porque no me dijiste que no consiguiera las peonias? Roland, ¿Qué es lo que sabes?

“Nada.” Su rostro se veía preocupado de nuevo.

Roland Jebediah Sparks, tercero.”

“Nada” puso sus manos en modo de súplica.

“Cuéntame”

“No hay nada que contar”

“¿Quieres que te vuelva a quemar las alas? Le amenazo, agarrando la parte de atrás de su cuello y sintiendo como su brazo se tensaba.

“Mira,” Dijo Roland, apartándola de su camino. “Tú te preocupas por Luce y yo me preocupo por Daniel. Ese es el trato, ese siempre ha sido el trato”

“A la mierda con tu trato” grito Arriane, alejándose de Roland.

Arriane se veía genuinamente herida, y si había algo que Roland no podría soportar, era lastimarla. Hubo una larga pausa, respiro profundamente. “La cosa es que no se si Daniel va a hacer todo de la misma manera esta vez. Tal vez el no quiera las peonias.”

“¿Por qué no?” Arriane pregunto, y Roland comenzó a, responder, pero la expresión de Arriane era triste. Ella levanto una mano para que Roland parara de hablar. “Daniel quiere estar fuera de su vida esta vez, no?”

Arriane rara vez se sentía estúpida, pero en ese momento se sentía así. Parada en el medio de la tienda de ahorro con su carrito de compras con sobrecupo, con bromas y propuestas torpes. No es que todo ese asunto fuera un juego para ella, pero era diferente para el resto de ellos que para Daniel.

Arriane había comenzado a recordar la vez en que Luce… se marcha en cada vida, como su amiga estaba fuera de la tienda en el campamento de verano mientras Arriane seguía en casa. Luce volvería. Las cosas serían aburridas sin Luce, pero ella siempre volvería.

Pero para Daniel.

Su corazón hecho pedazos. Debe de romperse un poco más en cada vida. ¿Cómo puede soportarlo? Tal vez, pensó Arriane, no lo hacía. Y en esta vida Daniel había estado anormalmente triste. La pena y el dolor de Daniel habían llegado finalmente al punto donde no solo su corazón estaba hecho pedazos, el mismo lo estaba.

¿Y si es así? La parte realmente triste era, que no importaba. Todos sabían que Daniel tenía que seguir con su vida. Tenía que seguir enamorándose de Luce. Justo como el resto de ellos tenía que observar, empujando gentilmente a los tortolitos hacia su inevitable perdición.

Daniel no podía hacer nada para revertir la historia, así que ¿porque no mantener las partes buenas y dulces de su historia de amor? ¿Porque no darle a Luce las peonias?

“Él no quiere amarla esta vez” Dijo Roland finalmente.

“Eso es mentira!”

“Ese es Daniel,” Ambos lo dijeron al mismo tiempo.

“Bien, ¿que se supone que haremos?. Pregunto Arriane.

“Seguir dentro de nuestro territorio. Proporcionar los bienes de la tierra que ellos necesitan cuando lo necesiten. Y tu proporcionaras el alivio cómico.”

Arriane le lanzo una mirada, pero Roland sacudió su cabeza. “Hablo enserio”

“Hablas enserio sobre bromas”

“Hablo enserio sobre el rol que tú tienes en todo esto”

Él le lanzo un tutu rosa de la papelera que estaba cerca de la línea de pago. Arriane lo recibió, pero aún seguía pensando en que significaría todo eso para ellos si Daniel se resiste a caer por Luce, y la olvida. Si el de alguna manera, rompe el ciclo y ellos no están juntos. Pero todo esto causo en Arriane un sentimiento muy pesado dentro de su cuerpo. Como si su corazón hubiera sido arrastrado hasta sus pies.

En cuestión de segundos, Arriane tiraba el tutu a lo largo de sus vaqueros y comenzó a hacer piruetas en la tienda. Se estrelló contra una publicidad de ropa nueva, y casi se lleva por delante un montón de velas apiladas antes de que Roland la tomara en sus brazos. El la hizo girar para que el tutu diera vueltas alrededor de la figura de Arriane.

“Estas loca,” dijo el

“A ti te encanta que este loca” Arriane respondió mientras su cabeza le daba vueltas.

“Sabes que si me encanta” el sonrió. “Vamos, paguemos todas estas cosas y salgamos de aquí. Tenemos muchas cosas que hacer antes de que ella llegue.”

Arriane asintió. Muchas cosas que hacer para asegurarse que todo sea como se supone que debe ser: Luce y Daniel, enamorados. Con todos alrededor de ellos, esperando que de alguna manera, algún día, ella sobreviva.



5 comentarios:

  1. *____* awwwww morii lentamente con esta historia

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  2. Que lindos que son!!♥
    Hay otro?
    Porque me encanta leer de ellos :)

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  3. :') Necesito leer más :B Creo que en esta semana me compraré el Libro... :')

    Muchisimas gracias por darse el trabajo de traducir ! :D

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  4. Es fantástico..... Arriane y Roland son mis personajes favoritos (aparte de Luce y Daniel, claro), y me encanta sobre todo la relación que tienen.... Es una de las majores sagas que he leído nunca, muchisimas gracias por crear este fantastico blog(L)(L)

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  5. ME ENCANTAN ESTAS HISTORIAS!!! QUIERO LEER MAS! ♥
    PORFAVOR PONGAN MAS DE ESTAS HISTORIAS!♥

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